ORIGENES

Sus primeros pobladores fueron los Cumbazas quienes colonizaron la margen izquierda del Río Shilcayo y para conseguir alimentos tenían que cruzar o bandear éste río, de allí el nombre de La Banda de Shilcayo.

Los orígenes de la Banda de Shilcayo, son los mismos que se describe en la historia de Tarapoto. Es decir, la presencia de los indios lamistas, en sus orígenes, es evidente. Los restos petroglifos de Polish son una muestra fehaciente de ello y que se hicieron como señales para orientar el paso de los indios en su camino hacia la formación de otros pueblos como Shapaja, Chazuta, etc. Es más, simbolizan la retirada indígena para no caer bajo el dominio del conquistador español y de la persecución religiosa de los curas de entonces.

La Banda de Shilcayo, era antes de ser distrito un barrio de Tarapoto. De ahí que muchos se opusieron a que se funde el distrito, pues se sentían más tarapotinos que bandinos y no aceptaban la idea de formar un nuevo distrito.

...EL NOMBRE DE LA BANDA DE SHILCAYO se debe al río del mismo nombre. Nadie puede explicar de donde proviene el nombre de SHILCAYO, pues no es una palabra quechua; más bien, onomatopeicamente pudo decirse, MIRANDO LAS CATARATAS DEL SHILCAYO: SSSSHHHIIL… CAYó. O así cae el agua, se desliza, dando ese sonido. Lo de CHOCLINO, se debe quizá a los “MACHQUES” o almácigos de tabaco, que como sabemos, se les conoce con el nombre de “choclino”.

RIO SHILCAYO o LAGRIMAS DE TORO

La otra historia de la Banda, se hunde en el tiempo. En la misma historia de Tarapoto. La de los cumbazas perseguidos, nómadas desligados de los seguidores de Ancohallo. Según Antonio Raymondi y complementada por el padre Girbal, los cumbazas se asentaron en estas tierras ubicándose en Suchiche y Maucallacta, actual barrio Progreso de la Banda.

Vinieron en busca de alimentos. Dedicados a la pesca y a la caza. Fueron levantando poblados desperdigados. Casitas diseminadas, humeantes de leña, con olor a fréjol mela mela, entre gigantescos árboles y raíces profundas, como hace hasta algunas épocas.

La tradición popular viene desde muy lejos. Y cuenta que el río Shilcayo se formó de las lágrimas de un toro. Según esa literatura oral, existía una familia de cumbazas. El padre y la madre murieron, quedaron únicamente los hijos: hermano y hermana. Vivian solos en aprisionante espesura. Cuenta uno de esos días remotos, apareció un soldado español armado de un arcabuz y disparó contra ellos. La niña se transformó en una mariposa y el varón en un toro. El toro lloró y lloró largamente. Fueron tantas sus lágrimas que humedecieron la tierra y se deslizó sobre ella hasta convertirse en un río. Y así nacieron las aguas cristalinas del Río Shilcayo, lágrimas de toro.

Tomado de la REVISTA EL TARAPOTINO